El manatí tenía 3 años de edad, se deja acariciar y te da un beso, ( si luego luego pensaron en zoofilia, para ustedes pervertidos, si, hay banda que lo lleva al extremo AQUÍ), dicen que a sus papás los rescataron de tabasco y que él nació ahí, tenía un nombre raro en maya que no recuerdo como "yahalki" o algo parecido, dicen que no son gordos de grasa, que pesan 500 kilos pero de músculo, y que es pariente cercano de los elefantes. Así es que ya no puedes molestar a la gente obesa diciéndoles manatí. A la madre y como le encanta la lechuga. Después de darle de comer mucha lechuga al manatí fuimos con los delfines.
Ellos están en unos estanques pegados al mar y les dan mucho pescado para que hagan sus curiosidades, no se ven tristes, pero a su vez un entrenador me dijo luego que los gringos siempre creen caerle muy bien a los delfines "no creas que está sonriente por que le caes bien, así es su cara todo el tiempo aunque esté enojado", por que el delfín tiene una sonrisa pernee como el güasón
Pero no. En realidad es una experiencia muy regocijante, aunque pienso que los delfines serían más felices viviendo libremente y no arrastrando gordas gringas con dinero por el estanque todos los días.